¿Es el momento correcto para comprar una tarjeta gráfica usada?

Comprar una tarjeta gráfica usada en estos momentos puede ser una tarea difícil y larga para los entusiastas de la informática y los videojuegos. La actual crisis de componentes de hardware se produjo por la confluencia de varios factores y ha persistido durante varios trimestres. La poca existencia de GPUs de última generación ha contribuido significativamente al aumento general de precios en esta categoría de productos.

Tanto AMD como NVIDIA se han esforzado por dar estabilidad a la situación, pero sus éxitos han sido más bien fugaces e inconsistentes. El mercado global de las criptomonedas también ha tenido un impacto significativo en los precios de varias piezas de hardware debido al gran número de usuarios que han estado construyendo equipos para minar Bitcoin. 

No obstante, la eventual caída del mercado criptográfico ha provocado interesantes oscilaciones en la industria del hardware. Hace unos meses, las granjas de minado de criptomonedas eran más rentables que ahora. Esto ha contribuido a una disminución de la demanda de tarjetas de vídeo y otros componentes de PC, lo que ha provocado un descenso de precios.

Comprar una tarjeta gráfica usada

El portal SlashGear informa de que, por primera vez en mucho tiempo, los modelos de GPU de última generación están disponibles a precios recomendados y, en algunos casos, a precios incluso más bajos. Además, el número de personas que venden tarjetas de vídeo usadas con configuraciones de GPU se está disparando.

Por ende, ahora que el mercado se está estabilizando, muchos consumidores se preguntan si es buen momento para comprar una tarjeta de vídeo de segunda mano. Antes de comprar una GPU usada a un precio más bajo, ten en cuenta que es difícil determinar su estado y la cantidad de uso a la que ha sido sometida. 

En las granjas de minería de criptomonedas, las tarjetas de vídeo se utilizan constantemente a su máxima capacidad. Sus propietarios poseen varios módulos de GPU, pero prestan poca atención al rendimiento y mantenimiento de cada uno de ellos por separado. Cuando una tarjeta de vídeo es sometida a un uso intensivo constante, su rendimiento disminuye alrededor de un 10% cada año.

Habiendo mencionado estos factores, la recomendación sería adquirir una tarjeta de vídeo nueva siempre que tu presupuesto te lo permita. Y en caso de que solo puedas comprar una GPU usada, en este caso se recomienda intentar hallar una que no haya sido sometida a uso intensivo. 

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